AEROS, UN MUNDO NUEVO - CAPÍTULO 6: OTRO MUNDO - PARTE 1.
Wilson sabía que estaba prohibido. Lo sabía bien, pero estaba harto de esperar. Cuando estaba quitándole el manto a Esa Cosa, vio a un muchacho de unos quince años por el paseo marítimo.
´¿No debería estar en el gran bunker?´
Wil se escondió detrás de su coche que estaba cerca de la investigación.
Llegó, entonces, al Muelle 1. Solo tenía que andar un poco más. Detectó un leve movimiento en la playa, pero pensó que era cosa del viento. En realidad, se encontraba a apenas dos kilómetros de distancia de donde venía.
´Seguro que están bien, Lucy cuidará de ellos´ se dijo pensando en su familia.
De repente, su vista se topó con una forma extraña. La Gran Bola...
-Sshh... Elena. Nos va a escuchar -escuchó no muy lejos. Le sonaba la voz, pero no sabía de quien se trataba.
-Valeee, tranquilo... Lucas tienes que tener más cuidado. El ciéntifico se ha percatado de nosotros... Bueno de ti- esta vez era una voz femenina que susurraba al tal Lucas.
´¿Lucas? No puede ser... Está en Cádiz`
Se escuchó un golpe. Otro. Uno más. La chica que se hacía llamar... ´¿Elena? No, no puede ser...
-Lucas, Elena... ¿sois...-susurró Carlos,
Todo sucedió muy rápido. Resulta que la parejita estaba detrás de un arbusto al lado del muchacho que acaba de llegar. Se abrazaron. Se rieron. Y se pusieron al día.
Se pusieron detrás de otro arbusto más grande para contar la historia de cada uno.
El primero fue Lucas: contó cómo se fue de su casa con la motocicleta de su padre, cuando se encontró con Elena que la perseguía un guardia y lo de la cabaña en los Montes de Málaga.
La historia de Elena no era muy diferente a la de su mejor amigo: ella se escapó del búnker y al poco rato se encontró con Lucas.
Por último era el turno de Carlos. Dijo que llevaban mucho tiempo encerrados en el búnker sin respuestas y con una cadáver que olía muy fuerte, entonces, decidieron escapar a un chiringuito y ya vino hasta dónde se encontraban por el momento. No dio muchos detalles.
-Los guardias estaban dormidos... Fue demasiado fácil salir, ¿verdad?
-Dormidos o... muertos. Yo no notaba la respiración -dijo Carlos, convencido.
-Bueno... ¡Sea como sea, tenemos la Gran Bola delante de nuestras putas narices! -gruñó Lucas.
Era cierto, pero... ¿Qué iban a hacer a continuación?
Él solo quería investigar por su cuenta. Ahora escuchaba otra voz de un adolescente. Eran tres y querían ver Esa Cosa...
´Why now? I only want...´ no terminaba de pensar claramente cuando vio a los adolescentes dirigirse silenciosamente a la cosa.
-NOOOOOOO! Please...-gritó Wil- Chicous, esto es una zona restringida. No debéis pasar.
-Ahh... Debe ser que no hemos leído el cartel invisible donde dice que no debemos pasar... Perdone -murmuró Lucas sarcásticamente.
Era cierto: no había ni una sola valla ni un cartel donde diga que no deben pasar. Por esa razón, el grupo de tres amigos decidieron adentrarse a la zona de investigación.
-I know... Lo.. lo sé amigus -se estaba poniendo nervioso- volved a casa... al búker...
No sabía que decir.
PROXIMAMENTE LA SEGUNDA PARTE DE ESTE CAPÍTULO...
´¿No debería estar en el gran bunker?´
Wil se escondió detrás de su coche que estaba cerca de la investigación.
Llegó, entonces, al Muelle 1. Solo tenía que andar un poco más. Detectó un leve movimiento en la playa, pero pensó que era cosa del viento. En realidad, se encontraba a apenas dos kilómetros de distancia de donde venía.
´Seguro que están bien, Lucy cuidará de ellos´ se dijo pensando en su familia.
De repente, su vista se topó con una forma extraña. La Gran Bola...
-Sshh... Elena. Nos va a escuchar -escuchó no muy lejos. Le sonaba la voz, pero no sabía de quien se trataba.
-Valeee, tranquilo... Lucas tienes que tener más cuidado. El ciéntifico se ha percatado de nosotros... Bueno de ti- esta vez era una voz femenina que susurraba al tal Lucas.
´¿Lucas? No puede ser... Está en Cádiz`
Se escuchó un golpe. Otro. Uno más. La chica que se hacía llamar... ´¿Elena? No, no puede ser...
-Lucas, Elena... ¿sois...-susurró Carlos,
Todo sucedió muy rápido. Resulta que la parejita estaba detrás de un arbusto al lado del muchacho que acaba de llegar. Se abrazaron. Se rieron. Y se pusieron al día.
Se pusieron detrás de otro arbusto más grande para contar la historia de cada uno.
El primero fue Lucas: contó cómo se fue de su casa con la motocicleta de su padre, cuando se encontró con Elena que la perseguía un guardia y lo de la cabaña en los Montes de Málaga.
La historia de Elena no era muy diferente a la de su mejor amigo: ella se escapó del búnker y al poco rato se encontró con Lucas.
Por último era el turno de Carlos. Dijo que llevaban mucho tiempo encerrados en el búnker sin respuestas y con una cadáver que olía muy fuerte, entonces, decidieron escapar a un chiringuito y ya vino hasta dónde se encontraban por el momento. No dio muchos detalles.
-Los guardias estaban dormidos... Fue demasiado fácil salir, ¿verdad?
-Dormidos o... muertos. Yo no notaba la respiración -dijo Carlos, convencido.
-Bueno... ¡Sea como sea, tenemos la Gran Bola delante de nuestras putas narices! -gruñó Lucas.
Era cierto, pero... ¿Qué iban a hacer a continuación?
Él solo quería investigar por su cuenta. Ahora escuchaba otra voz de un adolescente. Eran tres y querían ver Esa Cosa...
´Why now? I only want...´ no terminaba de pensar claramente cuando vio a los adolescentes dirigirse silenciosamente a la cosa.
-NOOOOOOO! Please...-gritó Wil- Chicous, esto es una zona restringida. No debéis pasar.
-Ahh... Debe ser que no hemos leído el cartel invisible donde dice que no debemos pasar... Perdone -murmuró Lucas sarcásticamente.
Era cierto: no había ni una sola valla ni un cartel donde diga que no deben pasar. Por esa razón, el grupo de tres amigos decidieron adentrarse a la zona de investigación.
-I know... Lo.. lo sé amigus -se estaba poniendo nervioso- volved a casa... al búker...
No sabía que decir.
PROXIMAMENTE LA SEGUNDA PARTE DE ESTE CAPÍTULO...
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