FANTASMAS DEL PASADO - CAPÍTULO 2: LA MUJER DEL EDIFICIO

López no pudo estarse quieto. Después de lo que pasó en el parque, no volvió a pasear con Wil por aquella zona.
Habían pasado dos semanas desde lo ocurrido y, todavía, soñaba todas las noches con la mujer del parque.
-¡IMBÉCIL! MI MARIDO NO ESTÁ...
Esa. Esa frase. Una frase que clavó un puñal en el joven corazón del muchacho.
Yo solo estaba paseando a Wil, ¿por qué me tuvo que insultar? 
Estaba muy afectado. Toda su vida ha sido una persona muy sensible. En el instituto lo pasó fatal y ahora... se ha dado cuenta que no... que no ha pasado página tanto como se imaginaba.
Wil no sabía qué es lo que le pasaba a su compañero.
-Esta semana vamos a cambiar el camino... -le dijo el muchacho acariciándolo- necesitamos cambiar...-suspiró- de aires.
Y así lo hicieron. En vez de girar por la izquierda, al salir del apartamento, giraron por la derecha.
El apartamento era normal. Un hogar normal para alguien que vive solo junto a su mascota. Constaba de un salón, el cual, te topabas con él al entrar al apartamento. Solo un salón donde estaba lo básico: una cocinilla, un pequeño cuarto de baño, la cama de López y de Wil.
En el paseo de aquel día ocurrió, otra vez.
Era un viernes cualquiera por la noche. Llevando ya un buen rato de paseo, Wil empezó a ladrar mirando hacia un lugar alto. Se trataba de un edificio.
-SShh... Wil, ya está bien...
Y ladró más. Mucho más. Miró a López e hizo una especie de gesto con el que el muchacho comprendió todo.
Una mujer estaba a lo alto del edificio y quería saltar. De repente, no había gente. López buscó, pero, habían desaparecido. Estaban solos.

Comentarios

Entradas populares