LA GUERRA DEL INSTITUTO - CAPÍTULO 1: UN AÑO...
Un año ha pasado desde que todo comenzó cuando tenía quince años. El quince es mi número favorito, por cierto...
Iba a empezar un nuevo curso en mi instituto, cuyo nombre no recuerdo. Aquel día estaba vivaracho porque la vi... Michelle era hermosa y muy tímida, siempre tenía la mirada perdida y no platicaba con su compañera de al lado.
El año fue caótico en nuestra clase: las típicas bromas a los compañeros; los balbuceos de los tontos de turno que no se les entendía al hablar; las discusiones de Pedro con Pablo; los romances, sobre todo, los de Julia con Albert, Juan y Jack. ¡Al final, todo acabó muy mal, cómo os podéis imaginar!
Yo era el típico que se dormía en las clases de Lengua y que nunca hacía los deberes en casa, pero se los pedía a mi mejor amigo, Sergio. Él es una persona leal, humilde y sensato, para mí es un ejemplo a seguir en la vida. Bueno no le voy a hacer la pelota...
El tercer trimestre fue muy heavy. ¡Examen por aquí, examen por allá!
El profesor Eduardo que impartía Matemáticas (e Informática) ponía una prueba cada semana de los diferentes tipos de ecuaciones; Carmen la de Biología explicaba un tema entre uno y dos días, ¡terminamos el libro en tres meses!; los sermones de Fran, nuestro tutor y profesor de Física y Química e Inglés, se hacían muy pesados; y los demás profesores eran mucho peores, mejor no decir nada...
El año fue caótico en nuestra clase: las típicas bromas a los compañeros; los balbuceos de los tontos de turno que no se les entendía al hablar; las discusiones de Pedro con Pablo; los romances, sobre todo, los de Julia con Albert, Juan y Jack. ¡Al final, todo acabó muy mal, cómo os podéis imaginar!
Yo era el típico que se dormía en las clases de Lengua y que nunca hacía los deberes en casa, pero se los pedía a mi mejor amigo, Sergio. Él es una persona leal, humilde y sensato, para mí es un ejemplo a seguir en la vida. Bueno no le voy a hacer la pelota...
El tercer trimestre fue muy heavy. ¡Examen por aquí, examen por allá!
El profesor Eduardo que impartía Matemáticas (e Informática) ponía una prueba cada semana de los diferentes tipos de ecuaciones; Carmen la de Biología explicaba un tema entre uno y dos días, ¡terminamos el libro en tres meses!; los sermones de Fran, nuestro tutor y profesor de Física y Química e Inglés, se hacían muy pesados; y los demás profesores eran mucho peores, mejor no decir nada...
Mi vida académica era muy mejorable. En verano me apunté a unas clases de verano para aprender a estudiar... Ridículo, ¿cierto? Pues es la pura verdad. Pol me ayudó mucho y me aconsejó leer libros para lograr tener más concentración.
El verano es la época favorita de cualquier estudiante (o eso creo) y es la más corta, desgraciadamente. A ver, son dos meses y medio, pero al hacer lo que uno le gusta...
Mi rutina era:levantarme y desayunar; jugar al escondite con Bea y Christopher, unos amigos de toda la vida; después de almorzar me adentraba a ese misterioso mundo mágico por medio de la lectura; por las tardes quedaba con mi grupo de amigos (Christopher, el gracioso; Marcel, el guía; Sergio, el valiente; Bea, la charlatana; Jack el ligón; y yo; el potruo, por decir algo) para ir al centro: finalmente llegaba a casa, les contaba el día a mis padres (José, conocido como Viejo y María, c
omo Mamasita) y me acostaba a las cuatro de la mañana, ya que me hinchaba de ver Juego de Tronos o películas como Star Wars.
Los lunes y los miércoles de Agosto iba al campamento de verano del Málaga CF para preparar la temporada vigente.
El verano es la época favorita de cualquier estudiante (o eso creo) y es la más corta, desgraciadamente. A ver, son dos meses y medio, pero al hacer lo que uno le gusta...
Mi rutina era:levantarme y desayunar; jugar al escondite con Bea y Christopher, unos amigos de toda la vida; después de almorzar me adentraba a ese misterioso mundo mágico por medio de la lectura; por las tardes quedaba con mi grupo de amigos (Christopher, el gracioso; Marcel, el guía; Sergio, el valiente; Bea, la charlatana; Jack el ligón; y yo; el potruo, por decir algo) para ir al centro: finalmente llegaba a casa, les contaba el día a mis padres (José, conocido como Viejo y María, c
omo Mamasita) y me acostaba a las cuatro de la mañana, ya que me hinchaba de ver Juego de Tronos o películas como Star Wars.
Los lunes y los miércoles de Agosto iba al campamento de verano del Málaga CF para preparar la temporada vigente.
El inesperado curso acechaba y yo no lo esperaba. Cuarto de E.S.O daría su comienzo...
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