LA GUERRA DEL INSTITUTO - CAPÍTULO 3: PRIMER DÍA.
Todo estaba oscuro, menos aquella tímida luz que había al fondo.
No tenía otra opción: seguir andando.
Apenas me quedaban veinte metros cuando una mano tocó mi hombro derecho.
-¿Hola? -preguntó como si le fuera la vida en ello.
-Sí, soy una persona. Como tú... Estoy perdido -dije con un tartamudeo. La verdad es que aquella noche hacía mucho frío.
-Soy a quien debes seguir- dijo con voz queda.
Entonces empecé a sospechar.
Unos segundos más tarde, al fin, llegamos a la luz. Era un farola vieja que hacía un ruido muy extraño y se apagó.
Solo quedamos el desconocido y yo hundidos bajo la oscuridad.
El extraño me dijo que permanecía en peligro.
Claro, solos en la oscuridad... Bien no íbamos a estar. ¡Obvio!
No tenía otra opción: seguir andando.
Apenas me quedaban veinte metros cuando una mano tocó mi hombro derecho.
-¿Hola? -preguntó como si le fuera la vida en ello.
-Sí, soy una persona. Como tú... Estoy perdido -dije con un tartamudeo. La verdad es que aquella noche hacía mucho frío.
-Soy a quien debes seguir- dijo con voz queda.
Entonces empecé a sospechar.
Unos segundos más tarde, al fin, llegamos a la luz. Era un farola vieja que hacía un ruido muy extraño y se apagó.
Solo quedamos el desconocido y yo hundidos bajo la oscuridad.
El extraño me dijo que permanecía en peligro.
Claro, solos en la oscuridad... Bien no íbamos a estar. ¡Obvio!
Un año más la odiosa melodía del móvil sonaba. Esa hora a la que todos le tenemos tirria.
¡Madrugar es lo peor del universo!
Esa mañana me costó levantarme, ya que tuve un sueño muy confuso.
Peligro... Un extraño... Una luz que se apaga...
Hacia mucho tiempo que no tenía sueños de ese tipo, pero este era especial. ¡Lo recuerdo como la palma de mi mano!
¡Madrugar es lo peor del universo!
Esa mañana me costó levantarme, ya que tuve un sueño muy confuso.
Peligro... Un extraño... Una luz que se apaga...
Hacia mucho tiempo que no tenía sueños de ese tipo, pero este era especial. ¡Lo recuerdo como la palma de mi mano!
Todos parecíamos zombies aquel día. En clase éramos como unas quince personas. El primer día suele faltar mucha gente.
Nuestro tutor, Fran, desgreñado repetía por cuarta vez consecutiva.
La primera hora del día fue muy aburrida.
Siempre nos pregunta que cómo nos ha ido el verano y que escribiéramos una redacción en inglés de nuestras vacaciones. Un cuarto de hora antes de terminar la clase nos preguntó, al azar, algunos elementos de la tabla periódica.
-Jack, ¿cuál es elemento del Antimonio?- le preguntó a mi amigo, uno de los ligones de la clase.
-Ni idea...-respondió un minuto más tarde. La verdad es que, por la caras de mis amigos y el resto de mis compañeros, ninguno sabíamos la respuesta.
-Veo que no os ha se...-no terminó cuando vio una mano levantada- Bien, me gusta la actitud... Isidro, ¿sabes...
-Sb -lo cortó y respondió bastante alto para que lo escuchara el profesor.
-Muy bien. Tres positivos para el señor Isidro.
Nuestro tutor, Fran, desgreñado repetía por cuarta vez consecutiva.
La primera hora del día fue muy aburrida.
Siempre nos pregunta que cómo nos ha ido el verano y que escribiéramos una redacción en inglés de nuestras vacaciones. Un cuarto de hora antes de terminar la clase nos preguntó, al azar, algunos elementos de la tabla periódica.
-Jack, ¿cuál es elemento del Antimonio?- le preguntó a mi amigo, uno de los ligones de la clase.
-Ni idea...-respondió un minuto más tarde. La verdad es que, por la caras de mis amigos y el resto de mis compañeros, ninguno sabíamos la respuesta.
-Veo que no os ha se...-no terminó cuando vio una mano levantada- Bien, me gusta la actitud... Isidro, ¿sabes...
-Sb -lo cortó y respondió bastante alto para que lo escuchara el profesor.
-Muy bien. Tres positivos para el señor Isidro.
La segunda hora fue más de lo mismo en Lengua, la profesora Vicky nos hizo leer un periódico de El País para buscar no se qué. Y así hasta terminar el día con Educación Física, cuya profesora se parece a la que estuvo a punto de ser presidenta de Los Estados Unidos.
-Chicas y chicos. Hoy os voy a dejar libre.
Pero tenéis que hacer algún deporte, no la fotosíntesis. ¡EN MARCHA!- gritó con energía.
-Chicas y chicos. Hoy os voy a dejar libre.
Pero tenéis que hacer algún deporte, no la fotosíntesis. ¡EN MARCHA!- gritó con energía.
Yo jugué al fútbol junto Sergio y Marcel. Nos teníamos que entrenar para afrontar la primera jornada de liga contra el Real Madrid CF. Sí, en el equipo estoy con ellos dos y terminamos en quinta posición la temporada pasada.
Ganamos con una goleada insuperable sin gol alguno del rival, ya que eran: unos machotes que se creen los mejores y unas pavillas, las cuales, jugaban mejor que los anteriores. Sin embargo, ganamos...
Ganamos con una goleada insuperable sin gol alguno del rival, ya que eran: unos machotes que se creen los mejores y unas pavillas, las cuales, jugaban mejor que los anteriores. Sin embargo, ganamos...
Sonó el timbre, primer día finalizado.
Llegando a casa vi a lo lejos a Michelle.
-¿Está llorando? -preguntó Jack- Ve a consolarla Franklin -dijo riendo.
Mis amigos sabían que me gustaba la muchacha.
-Venga Franklin, habla con ella. Igual surge algo... -aclaró Sergio mientras recibía un beso en la mejilla de Bea.
Fui a ver que era lo que le pasaba...
Llegando a casa vi a lo lejos a Michelle.
-¿Está llorando? -preguntó Jack- Ve a consolarla Franklin -dijo riendo.
Mis amigos sabían que me gustaba la muchacha.
-Venga Franklin, habla con ella. Igual surge algo... -aclaró Sergio mientras recibía un beso en la mejilla de Bea.
Fui a ver que era lo que le pasaba...
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