LA GUERRA DEL INSTITUTO - CAPÍTULO 7: EL COMIENZO
El profesor estaba un poco molesto con el comportamiento de la clase. Quizá Isidro fue el héroe aquella mañana cuando levantó la mano.
-Profesor, ¿puede explicar la simetría par e impar?
-Claro, que... Esperad un segundo...
-Profesor, ¿puede explicar la simetría par e impar?
-Claro, que... Esperad un segundo...
El profesor sustituto de Matemáticas estupefacto al observar algo en la ventana se marchó. Nosotros nos quedamos desconcertados. ¿Qué había visto?
El delegado se presentó como voluntario para ver qué es lo que había ocurrido.
Todos asentimos.
La clase fue un alboroto: las pavas estuvieron haciéndose fotos con sus teléfonos y dos de ellas estaban besándose con mucha ternura; los machotes hablando de, sorprendente, fútbol (y no saben ni lo qué es un fuera de juego); los tontos haciendo tonterías, por supuesto... ¿Qué iban a hacer si no?; y Pedro y Pablo estaban avanzando en los deberes y hablando en voz baja.
Bea y Sergio estaban a su rollo mientras Marcel, Jack y yo estuvimos planeando irnos de la clase. Al fin de cuentas, nadie se daría cuenta.
Al salir de clase, vimos el pasillo desierto. ¡Solamente, llantos y gritos de terror!
-Vienen del pasillo de enfrente... En cuarto b diría yo.
Marcel nos guió hacia el pasillo de los cursos b.
La sangre que vimos en el pasillo fue el detonante de la guerra de mi instituto. La cuestión es que se trataba de Michelle.
-¿QUÉ LE HA PASADO? ¿QUE ALGUIEN ME LO EXPLIQUE AHORA MISMO?
No me pude contener y me puse a llorar.
El profesor de Matemáticas estaba allí. Junto al cadáver de mi amor. De un amor que no pude satisfacer a mis necesidades. Michelle muerta, ¿no os lo podéis creer, verdad?
-El plan ha salido a la perfecc...-lo dijo con un tono de victoria, pero no terminó... Quiso decir, perfección. No cabe duda. El director nos vio y cambió el volumen de su voz- No deberíais estar aquí. ¡FUERA! ¡Julio llévalos a la sala que tu ya sabes!
Julio, el profesor de Filosofía junto al conserje nos dejaron a oscuras en algo parecido a una celda de una cárcel. No lo parecía... ¡Era una cárcel!
Recuerdo aquel día como el padre nuestro. Fue un día singular y confuso. Pasamos como unas tres horas encerrados sin hablar cuando sonó el timbre y todo cambió, de repente. ¡Cómo de una vuelta de tratase! O era una vuelta de ciento ochenta grados en realidad... No sabíamos...
Una mujer alegre y de buen ver(de unos treinta años) apareció en la celda; estaba desnuda completamente.
-¡Qué jóvenes tan guapos! -empezó- Os preguntaréis por qué estáis aquí. El instituto no es lo que pensabais. No voy a explicaros lo que es este lugar. Lo descubriréis vosotros mismos.
-se tocó los pechos en un instante- Uy -se dio cuenta de lo que pasaba, sin embargo yo seguía con mis pensamientos - Intentad calmar vuestra... No es la primera vez que pasa... ¡Seguidme! -nos ordenó. Vimos como aparecía una vestimenta rosa que cubría todo su cuerpo. Anduvimos largo rato en el pasillo donde nos trajeron Julio y el conserje.
-Veis... Por más que sigamos andando no podremos salir... ¡Sois los elegidos!
-Señora... ¿Cuándo nos podemos ir a casa? -preguntó Jack sin importarle lo último dicho por la mujer.
-Se ve que este no estaba atento a lo que decía -dijo con una risita tonta- Cielo, eres parte de la Orden de Defensa Contra las Leyes del Instituto. Y repito, descubriréis vosotros mismos por qué estáis aquí y dónde estáis exactamente.
La mujer cuyo nombre desconocíamos desapareció. ¡SOLOS! Solos, otra vez.
¿Quién era esa mujer? ¿Por qué la muerte de Michelle, precisamente?
Muchas preguntas pasaron por mi mente. Otro hombre que se nos presentó como la mujer se vistió al instante.
-Perdonad. Aquí somos muy sueltos -les explicó- Justo aquí está vuestras habitaciones.
Por fin somos más...
Y desapareció, también.
Sí. Estáis pensando muchas cosas ahora mismo... Solo os puedo decir que todo lo descubriréis pronto. Por cierto, ¿a quién hablo?
EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO: FRANKLIN Y SUS AMIGOS DESCUBRIRÁN COSAS SOBRE EL LUGAR; POR OTRA PARTE, ISIDRO SE CONVIERTE EN ALGUIEN DESCONOCIDO...
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